El norte argentino tiene un encanto particular, recorrerlo te atrapa y te mete en una dimensión distinta del viaje, por sus paisajes, por su gente y por su cultura. En este artículo voy a contarte esas 10 cosas que ver y hacer en Salta, porque nos empachamos de buenos momentos y queremos que vos también te los vayas imaginando al leer. ¿Nos acompañás en este suelo lleno de colores, sol, aromas y sabores?
Contenido de nuestro artículo
Dónde dormir
Aprovechando que pudimos disfrutar de varios alojamientos en nuestra última visita a la provincia norteña, escribimos un artículo aparte con toda la data, porque saber dónde dormir en Salta es también una primera necesidad.
Qué ver y hacer en Salta – ubiquémonos en el mapa
Como en este artículo les voy a hablar de varios puntos dentro de la provincia, y es bueno saber dónde se encuentran. Sobre todo si pensás hacer algunos de estos recorridos en auto – vamos a comenzar por ubicarlos en el mapa.
Qué ver y hacer en Salta – los 10 imperdibles ¡Manos a la obra!
Voy a hacerte una lista con algunos detalles, pero sabrás que muchos de estos puntos merecen largos relatos, así que ellos tendrán sus artículos separados que te iremos señalando a lo largo del relato. Ahora sí, comencemos a desandar ese camino de montañas, llamas, cardones y mucho más.
1 – Cerro San Bernardo: ver ciudad de Salta desde los aires
Una de las postales más típicas de la ciudad de Salta. El teleférico, la ciudad desde lo alto y, desde hace un tiempo, las típicas letras con el nombre de la ciudad para enmarcar una linda foto.
Si querés utilizar el teleférico, tenés que ir a la estación de salida, en la base del cerro San Bernardo. Es un tramo no muy largo que en unos 10 minutos te deja en la cima.
Obviamente, es posible subir también caminando (una caminata larga, no vamos a mentir) y en auto. Nosotros pudimos subir con una de las últimas cabinas y ya luego bajamos en auto de la excursión en la que estábamos. Nuestra idea era poder disfrutar del atardecer allí.
Y sin dudas, es una hermosa alternativa. Además disfrutamos de una rica merienda en la confitería de su cima, “Espacio del Cerro”. Tiene precios razonables y es muy rico todo lo que proponen.
En la cima tenés además, la posibilidad de hacer algunas mini caminatas por pequeños circuitos, y obviamente, podés observar la ciudad y sacar mil fotos en el gran balcón. Es claro que es el cerro un lindo sitio para que la comunidad vaya a pasar la tarde y muchos otros hagan ejercicio de todo tipo.
Sin dudas, tiene un lindo movimiento local y turístico.
No dejes de consultar en las oficinas turísticas de la ciudad los horarios que maneja el teleférico, ya que cambia según la época del año.
2 – Casco Histórico de Ciudad de Salta: La historia que nos habla
La ciudad capital de la provincia está completamente atravesada por nuestra historia de libertad y constitución como Nación Argentina. Hay que tomarse el tiempo y recorrerla, pero sobre todo, intentar hacer un city tour para terminar de comprender cada sitio que se visita.
Nosotros lo hicimos con Uma Travel y contamos con un guía, Freddy, que le puso tanta pasión al relato que nos atrapó aún más a cada paso.
Otra posibilidad es ir tomando los códigos QR que Turismo Salta instaló en cada punto importante y seguir a partir de sus indicaciones, las distintas rutas que se dividen por temática.
Partiendo de la plaza 9 de julio, podés conocer allí la Catedral Basílica de Salta, dentro de la cual además encontrarás los restos del General Martín de Güemes.
En el otro extremo de este espacio verde, verás el Cabildo, uno de los mejor conservados del país y desde el cual se forjaron muchas decisiones importantes de nuestra historia.
También frente a la plaza, se encuentra el Museo Arqueológico de Alta Montaña, y dejame decirte que no podés pasar por esta ciudad sin conocerlo.
Allí tendrás la posibilidad de ver a las famosas momias incas, niños de la nobleza de esta cultura que fueron brindados al dios Capacocha a casi 7000msnm en el volcán Llullaillaco.
El nivel de conservación de todo su ajuar y objetos y de los mismos niños, a partir del frío, es sorprendente. ¿Que si tenés que ir? ¡Sin dudas!
Seguís un poco más, alejándote de la plaza, y verás la inconfundible Iglesia San Francisco. Con sus colores vivos y la fachada casi artística, definitivamente se hace ver. Te recomiendo aquí que averigües allí mismo los horarios y días disponibles para hacer los circuitos de visita y hacé alguno de ellos, que valen la pena, sobre todo, por el momento de subir al campanario y ver la ciudad desde allí.
Cerca, muy cerquita, verás el convento de San Bernardo. Aquí prestale atención a su enorme puerta de madera y retratala con el cerro de fondo, que te deja más de una buena postal.
Yendo hacia el otro lado de la ciudad, podrán conocer el Museo Güemes. La antigua casa de la familia del prócer es hoy un museo interactivo que no solo te mantiene enganchado en la historia durante el recorrido, sino que te entretiene y te maravilla por los recursos de tecnología utilizados en cada espacio. Sofi la pasó genial, es un gran sitio para amigar a cualquier persona con la idea que tienen de museos históricos.
Por supuestos, pueden seguir adentrándose en otros sitios históricos si les interesa ese tipo de data histórica, les recomiendo para ello, seguir los circuitos que les mencioné anteriormente, a partir de los códigos QR en los puntos principales.
3 – Cafayate: viñedos por doquier y el buen vino
La ciudad de Cafayate se encuentra a 189 km de la capital provincial, se accede por medio de la Ruta Nacional Nº 68. pasando por las localidades de Cerrillos, La Merced, El Carril, Coronel Moldes, la Viña y Talapampa. Y sí, es en este camino que accederás al próximo punto de este listado, pero ¡paciencia! Ya nos ocuparemos de él.
Justo antes de llegar a esta bella ciudad, vas a atravesar un área de dunas o médanos. Y entonces sí, empezás a ver lo que le da sentido a esta zona, sus extensos viñedos donde el sol y el microclima permite una cepa realmente exquisita, el Torrontés.
La ciudad de Cafayate es sin dudas el punto más importante de los Valles Calchaquíes, y claramente aquí podrás visitar diferentes bodegas y degustar sus vinos.
Viene muy bien pasar aquí un día para disfrutar del ambiente, comer algo rico en los restaurantes de alrededor de la plaza y, por supuesto, comer el infaltable helado de vino (si, sí.. hay varias heladerias que te dan esa posibilidad, ¡no te lo pierdas!)
** Y te tiro un dato de color, de esos que no encontrás en cualquier guia: fijate a un costado de la plaza que verás la sucursal del Banco Nación. Bueno, si lo mirás bien te darás cuenta que tiene una arquitectura muy tipicamente patagónica. En la tierra de los más de 300 días al año de sol, hubo un pequeño error.
Construyeron la sede de Cafayate con el plano de la que corresponde a ¡El Calafate! ¿Pueden creer semejante error? Si aún no fuiste por esta ciudad, te pedimos que nos cuentes en comentarios luego si la viste o, si ya fuiste, ¡contanos si lo habías notado!
4 – Quebrada de Las Conchas: las geoformas más conocidas
Bien, volvamos un poco para atrás. Como le decíamos, antes de llegar al Cafayate verán que el paisaje se torna llamativamente anaranjado, rojizo. Que las formaciones rocosas comienzan a darle paso a la majestuosa Quebrada de Las Conchas.
El río Las Conchas corre al costado de la RN 68 y los paredones van haciendo figuras antojadizas a todo momento. El primer punto (si es que vas de Salta a Cafayate) es la Garganta del Diablo.
El paredón gigante es posible de trepar, aunque un poco intensa la maniobra para bajar.
Unos pocos kilómetros más adelante, encontrás el increíble Anfiteatro, escenario de bandas, orquestas y artistas que se dieron el lujo de tocar en una de las acústicas más importantes del mundo (al nivel del Teatro Colón de Buenos Aires). Generalmente hay algún artista local tocando un instrumento autóctono, así que agradecele el hermoso momento y obvio, dejale una propina.
Estas dos formaciones se generaron hace millones de años y en algún momento fueron una cascada de agua dulce… Esto explica definitivamente la forma que tienen.
Un poco más de camino y llegás al mirador de las Tres Cruces. Detente ahí y subí esa escalera de piedra que la vista es inmejorable.
A partir de allí vas a poder encontrar distintas geoformas modeladas mágicamente por la erosión eólica y el paso del tiempo. Verás el sapo, el fraile, el obelisco, las ventanas, la yesera (tenés que parar aquí para observar mejor el paisaje) y finalmente, los castillos de un lado y el titanic desde el otro.
5 – Cuesta del Obispo: el vértigo de dar mil vueltas
La Cuesta del Obispo es una colina al suroeste de Salta, en el camino hacia el pueblo de Cachí. Hay que transitar la RP N°33 para llegar al pueblo El Maray, punto en el cual comenzás a ver que las curvas casi que se amontonan, para ir subiendo durante 20 km en el camino serpenteante por la ladera del cerro hasta por fin alcanzar el punto más alto, a 3348msnm.
Allí encontrarás la piedra del molino y una pequeña capillita. Si tenés la suerte de un día soleado, no pierdas la oportunidad de sacar fotos al paisaje y en particular a la cuesta que despliega una cantidad enorme de curvas, esas mismas que te mareó hace un rato nomás, mientras intentabas subir el camino.
Nosotros tuvimos la suerte de hacerla dos veces, con algo más de 10 años de diferencia. La primera vez, el día estaba muy nublado y no llegamos a ver nada (¡pero nada, eh!). La revancha llegó y tuvimos un día increíble para disfrutar de las vistas.
Dato de color: el nombre de esta cuesta deriva del siglo XVII cuando el obispo Julián Cortázar recorrió esta zona y se detenía en el camino para dormir bajo las estrellas porque amaba el paisaje. Los lugareños comenzaron a llamar a la colina la pendiente donde dormía el obispo, y finalmente se redujo a la pendiente del obispo.
6 – Parque Nacional Los Cardones: esos viejos pinchudos enormes
Para llegar al parque nacional Los Cardones hay que transitar unos 100km desde Salta capital, hacia la región centro-sur de la provincia. La localidad de Payogasta es el poblado más cercano a estas más de 64.000 hectáreas que lo conforman.
¿Y qué imaginan que hay aquí? Sí, no es difícil de adivinar, una gran cantidad de cardones o pasacanas de las más diversas formas y tamaños.
Es importante tener en cuenta que el parque en la actualidad tiene lugares específicos para detenerse y recorrer. No es posible adentrarse en cualquier sitio (aunque es cierto que no hay una cerca que te lo impida) porque se está intentando proteger aún más a estas especies que tardan gran cantidad de años en crecer y que muchos los cortan para hacer artesanías de todo tipo.
De hecho, hoy por hoy, los artesanos de la provincia sólo pueden utilizar el cardón cuando lo encuentran en el suelo, seco naturalmente. Tras muchos años de depredación por sus fines económicos, se decidió protegerlo y frenar su tendiente desaparición.
Estos viejos gigantes, si los cuidamos, pueden llegar a medir hasta 5mts de alto, ¡así que a hacer caso para su preservación!
Bien, pero en esta zona no es todo lo que tenés para ver, eh. Allí mismo, en pleno parque detente un segundo a ver un detalle. La ruta por la que vez ¿No sentís que es una recta interminable?
Es que estás transitando la famosa Recta del Tin Tin, hoy parte del trazado de la RN N°33, y originariamente parte del camino real de Los Incas.
Y fue esta increíble civilización la que trazó una recta absolutamente perfecta de 19km. de largo.
Así como lo lees, es tan perfecta la recta que te genera un extraño efecto óptico verla en el horizonte. Todo allí parece de otro planeta, con el marco de las montañas y los cardones, el calor saliendo del asfalto y las nubes como lengüetazos en el cielo.
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Y sí, hay muchas leyendas que incluyen a ovnis en este sitio que dicen, tiene una energía muy particular.
Ya pasando la recta y avanzando un poco más hacia el próximo punto que en breve te describo, vas a poder tener un parador que quizás desde la ruta solo lo veas como un sitio para comprar artesanías. Pero atentos que subiendo esa lomada, tendrás una vista inmejorable del nevado de Cachi, con ventanas ancestrales que sirven de marco para más de una buena foto.
7 – Cachi: el tiempo que se detiene
Pasamos entonces la cuesta del Obispo, seguimos hasta el Parque Nacional Los Cardones, avanzamos por la recta del Tin Tin, nos detuvimos en el mirador del Nevado de Cachi y entonces sí, luego de un rato más, y trás más de 160km, llegamos a Cachi.
Llegamos a la ciudad que te retrotrae en el tiempo. con rastros marcados de la época colonial y también de los diaguitas, el pueblo originario de estas tierras.
Acá vas a tener una plaza principal rodeada de calles adoquinadas y casas con bases de piedras, paredes de adobe revestidas de cal y arena de color blanco, rejas de hierro forjado, techos de Cardón o caña cubiertas con barro.
Sobre uno de los costados de la plaza 9 de julio, verás la iglesia y muy cerca, el Museo Arqueológico.
Te cuento un detalle hermoso para que tengas en cuenta, justo caminando por la calle de la iglesia, saliendo de la plaza, vas a ver unas casitas muy coloniales y bonitas, pero prestá atención en las veredas. ¿Qué ves?
Te vas a encontrar con unas veredas altísimas, todas ellas de piedras y lajas. Y seguramente te preguntas a qué se debe semejante altura de casi un metro. Y es que allí se encuentra uno de los rastros más precisos de la vida colonial que se resiste a desaparecer de sus huellas.
La altura de las veredas le resolvían la posibilidad de subir rápida y cómodamente a los caballos, principalmente a las mujeres que vestían grandes vestidos acampanados. Su altura era ideal para que el caballo fuera montado sin esfuerzo. Solución efectiva, eh.
Dato importante: esta es la ciudad de los ajíes y particularmente, del pimentón. Así que no te sorprenda ver en los techos de las casas enormes manchas rojas porque son los ajíes morrón esperando a ser secados por la acción del sol y el clima super seco de la región.
El pimentón que se logra con esta técnica antigua, es de muy alta calidad, por lo que no dejes de irte de la ciudad sin tu bolsita de cabecera (yo te recomiendo el ahumado, ¡haceme caso!)
8 – San Lorenzo: las Yungas en su máxima expresión
A tan solo unos 20 minutos de auto desde la ciudad de Salta, vas a poder ver un paisaje completamente diferente a lo que asociás con Salta.
Es que la villa de San Lorenzo es verde intenso a cada paso. Aquí la vegetación se codea entre sí para ganarse y crecer más rápido. Aquí los árboles son altísimos y el aire que se respira es super despejado de todo. Así nomás te lo digo, más puro, me parece muy difícil, y es que estamos en plena Yunga, la famosa selva de altura.
¿Qué cosas podés hacer aquí? Todo depende del tiempo en el que estés en la villa, pero quizás si preferís pasar la noche, vas a tener una mayor flexibilidad de tiempo disponible para hacer algunas cosas. Te cuento nuestra experiencia.
La Quebrada de San Lorenzo es casi con seguridad el punto de inicio de todos. Aquí tené en cuenta que por disposiciones de los dueños de muchos campos de la reserva, no es posible recorrer varias zonas, a menos que ingreses con un tour de guía autorizado, o realices un paseo en caballo.
Además hay que conocer la reserva municipal de las Yungas, ya un poco más lejos. Acá podrás recorrer varios senderos y vislumbrar toda la ciudad desde allí.
Justo al lado del ingreso a la reserva, verás una casita con una escalera altísima. Se trata del museo de la Gesta Güemesiana.
Este es un museo de maquetas animadas y la sola pasión de las personas que lo llevan adelante relatando cada escena del prócer, te emociona hasta los huesos.
Otro punto a conocer es el bar Castillo y el museo del automovilismo.
9 – Tren de Las Nubes: llegar al sol
La Sole, una cantante folklórica muy reconocida en Argentina, tiene una canción que habla de este tren y dice “voy llegando al sol”.
Y la verdad que el momento de llegar al viaducto de la polvorilla, te da esa sensación en pocos segundos.
Este punto será muy bien descrito en otro artículo de este blog, pero no quiero dejar de decirte que su precio no es accesible, pero habiendo pasado la experiencia, te diría que vale la pena.
Tené en cuenta que es un paseo de día completísimo y que la altura final del recorrido se hace sentir, no es joda. Pero lo bueno es que hay un equipo muy completo a bordo de las formaciones que van asistiendo con oxígeno a cada quien lo necesite.
Dato central: el recorrido en tren comienza en San Antonio de los Cobres debido a inconvenientes en las vías. Por eso se llega hasta allí, pasando por puntos de relevancia, a bordo de un muy cómodo micro.
10 – Gastronomía: Nuestros sabores en una mano
Qué lindo es viajar para comer, o comer para viajar, ¡Quién sabe!
En esta zona, el protagonismo se lo lleva las empanadas, que en lo particular, lleva papa y es muy jugosa (si no sos argentino y estás leyendo esto, tenés que saber que en este país tenemos distintas empanadas, de acuerdo a su provincia de origen, con rellenos, y repulgues, diferentes).
Hay que conocer las empanadas de Doña Salta en la ciudad capital y no dejar de comer humita en chala, y los famosos tamales, en donde se te ocurra, porque en realidad en todos lados los hacen exquisitos.
Si el frío aflora, no dejes de comer un locro y un guiso. que esta región se caracteriza por saber cruzar muy bien las verduras, la carne y los líquidos, en una comida exquisita.
Y si de música se trata, la cita obligada estará en la calle Balcarce, para conocer alguna peña, en donde el show en vivo de folklore y la comida, hacen un hermoso equipo, digno de disfrutarse.
Sitios importantes para información adicional, tarifas y horarios:
Turismo ciudad de Salta: Tenés la info completa de los circuitos para recorrer la ciudad, la agenda de eventos, un mapa para descargar y mucha info super completa.
Turismo Villa San Lorenzo: todo lo referido a las actividades al aire libre.
Teleférico San Bernardo: no te olvides de chequear los horarios de funcionamiento
Museo Arqueológico de Alta Montaña: ya podés ir viendo por imágenes todo lo que tenés para disfrutar allí. Te recomiendo ingresar en su canal de You Tube que tiene audiovisuales muy buenos.
Museo de Güemes: tarifas, horarios y toda info útil.
Muy bien, ya tenés toda la info necesaria para conocer de pe a pa qué cosas tenés que ver y hacer en Salta. ¿Te quedó alguna duda específica? ¿Crees que este artículo puede estar aún más completo y tenés info para agregar? Sumá tu voz en los comentarios.
Y ya sabés, que si este artículo te sirvió, te inspiró, te dio ganas de ya subirte al avión, me haría muy feliz que me lo cuentes en comentarios. Escribimos este blog porque nos encanta compartir info, y mucho más nos gusta saber que sirvió de algo. ¡Te leemos!
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