Recorrer Marruecos tiene momentos mágicos, alguno más que otros, pero sin dudas que en los sitios imperdibles que visitar en Fez, los cuales son bien variados, se encuentran muchos de los que vivimos en nuestro viaje por Marruecos.
Contenido de nuestro artículo
Es que Fez es intensa, movediza y sobre todo, misteriosa. Y caminar su zona antigua, denominada Fes el-Bali, permite que te sientas como retrocediendo en el tiempo, miles de años, hasta que los burros son el único modo de carga y el trabajo es puramente manual y artesanal.
Esta ciudad es una de la cuatro denominadas imperiales en Marruecos (se suman Marrakech, Meknes y Rabat) y hace notar a cada paso sus carácter de inmensa y ceremonial.
Con semejante presentación, podrás intuir que este listado de aquellas cosas que debes hacer y ver en Fez sin dudas lleva un poco mi mirada imbuida en el enamoramiento eterno por esta ciudad. Puede ser, pero quién te dice que no te pase exactamente lo mismo al caminar sus interminables pasillos y edificios.
Pero antes de recorrer el listado, te compartimos el articulo con nuestra experiencia de pasar la noche en el desierto con niños.
Que visitar en Fez
1 – La medina el Bali
Su calles enrevesadas constituyen la zona peatonal más grande del mundo. Conserva aún hoy su estructura medieval y recorrerla es un desafío para cualquiera. En este punto tenés algunas alternativas.
La más simple, recorrer de la mano de un tour guiado. Son muchas las agencias que lo hacen. Pero claro, tiene la contra de tener que ir en los tiempos de la agencia y puede no ajustarse a los tuyos.
Nosotros elegimos recorrerla combinando un mapa que localizamos en la web que tiene un buen tramado de las pequeñas callejuelas, con el google maps que no tiene el trazado más pequeño pero sirve para ubicarte en el lugar, pero es cierto que no tener todas las callejuelas hace que te pierdas por momentos solo con el Gmaps. Otro punto de apoyo son unos carteles con la dirección para llegar a los puntos de importancia que vas a ver en distintos sectores de la medina. De todos modos, no son muy claros, solo te sirven para reafirmar tu rumbo en todo caso.
Aquí tener presentes que es muy común encontrarte con personas locales que te dirán que ese camino está cerrado o que ellos saben un camino más corto, van intentando adivinar dónde vas, simplemente no te dejes llevar por ellos. Mirá el mapa, concentrate y caminá tranquilo. Esas personas suelen tener algunos artilugios bajo la manga para sacarte dinero, el punto es mostrarte muy seguro y muy amablemente, decir que no. Van a insistir unos minutos y luego desistirán.
Ahora, muchos de los puntos que vienen a continuación están dentro de la medina, pero más allá de ellos, la recomendación es que la camines, la disfrutes, te maravilles, con tiempo y siempre con todos los sentidos muy atentos.
2 – Plaza Seffarine
Al leer plaza seguro imaginás una serie de cosas que te anticipo, no encontrás aquí. No es un espacio grande rodeada de icónicos edificios, no es un espacio verde, no hay bancos por doquier, ni juegos de niños, no hay monumentos. No, no es la típica plaza occidental.
Es apenas un triangulito que, considerando el espacio acotado que hay en cada metro de la medina, podría considerarse un área abierta. Cómo reconocerla, por el sonido.
Sí, los sonidos de los que trabajan el metal con técnicas muy antiguas. Ellos utilizan la plaza casi como taller porque sus pequeños negocios están allí. Las ollas y las piezas más hermosas en todo tipo de metal, están allí.
Nuestra recomendación es que aproveches a almorzar en esa zona y subas a la terraza del pequeño lugar de comidas que hay allí como para tener una vista aérea de la plaza.
Desde allí mismo y siguiendo un poco más, encontrás el camino al siguiente punto.
3 – Las curtiembres o curtidurías
En una zona de la medina van a poder ver una serie de negocios que venden cueros. Los cueros más lindos, variados y coloridos encontrás aquí. También los hay de todos los precios.
La zona de las curtiembres es apenas un pasillo en donde varios te van a querer convencer que desde su terraza se tiene la mejor vista.
Nosotros llegamos a la zona y subimos a la primera que cruzamos. Es que no sabíamos a ciencia cierta cómo era el sistema.
Lo primero que te van a ofrecer es una rama de hojas de menta. Agarralas, las vas a necesitar. Antes de subir, dejen en claro si es que hay una tarifa o es realmente a voluntad. Lo mejor sería que quien te acompañe te explique el proceso, no siempre pasa. En la primera que subimos por suerte, fue así.
Nos explicó y mostró cómo las pieles primero son tratadas en enormes piletones de cal y excremento de palomas (si, las hojas de menta toman sentido allí, acercalas a la nariz que es todo lo que necesitás oler en ese momento) Se sumergen allí para ablandar el cuero y quitarle el pelo.
Una vez que salen de allí después de varios días, manualmente las acomodan en los techos, las cepillan para quitarle los últimos restos de pelos que puedan tener y las dejan secar al sol.
Con el proceso de preparación del cuero terminado, pasan al teñido, que se realiza en los piletones más fotografiables del lugar. Dependendiendo de la semana, habrá una gama de colores. Es que se ponen de acuerdo para poder hacer los tintes a la vez. Piensen que cada casa de cueros es una cooperativa y sus tareas son enteramente en forma artesanal.
Lo cierto es que estar allí y ver algunas tareas muy insalubres (como la de tomar con las manos las pieles llenas de cal y excremento de paloma que sabemos que es super tóxico) te hace pensar en cómo aún las condiciones de trabajo en el mundo no pueden regularse y sobre todo, mejorarse.
Bueno, el muchacho nos explicó amablemente todo el proceso y vimos la vista… y no era la que buscábamos. Pero nos dimos cuenta que la que íbamos a buscar era la vista de la terraza de la otra punta exacta. Así que allí fuimos. Le dimos una propina y seguimos.
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Avanzamos y cuando casi nos parecía que estábamos al final opuesto, uno de los que estaba en la puerta ofreciendo subir nos repetía que esa era la mejor vista. Llegamos al arreglo de subir, mirar si era esa la vista que buscábamos y si no era, volvíamos a bajar sin tomar fotos ni pagar. Así fue. No era esa, faltaba una terraza más
Ahí notamos que para llegar a esa había que doblar en la siguiente esquina (es decir que no está sobre la calle del resto de las entradas) y hacer una pequeña vueltita. Y llegas.
Las vistas son totales, abarcan todos los piletones y tienen los de tintes de color inmediatamente debajo.
Además cuenta con una segunda terraza más arriba para más fotos. Obviamente nos subió un muchacho y hubo que cumplir con la propina.
4 – Madrasa Al Attarine
Esta es considerada la Madrasa (o Medersa) mejor conservada y más bonita de todo Marruecos. Sus detalles de arquitectura y decoración son únicos y uno puede estar allí mucho tiempo, aun siendo relativamente pequeña, porque encontrás miles de rincones que fotografiar.
Fue una escuela de la religión coránica. Son especie de internados escolares en donde se puedo o memorizar el Corán o hacer un estudio de distintas lenguas y de lógica e historia musulmana.
En particular, esta madrasa funcionó hasta principios del siglo XX y desde entonces se puede visitar por unos 20DH por persona. ¿Que si vale la pena el precio? Sin dudas. Los cuartos utilizados por los internados y, principalmente, el patio central, merecen una visita y unas cuantas fotos.
5 – Madrasa Bou Inania
Esta es una madrasa que continúa parcialmente en funcionamiento y es la única en Fez con Minarete por lo que tenelo en cuenta en el llamado de la oración, porque se cierran sus puertas y hay que esperar que se termine ese periodo para ingresar.
Su fuente central sigue en funcionamiento y el sector que se utiliza para la oración no está disponible para la visita. Aun así su patio central y el detalle de sus paredes merece una corta visita al menos.
Nosotros hasta nos quedamos descansando en su patio, admirando tamaña belleza arquitectónica.
6 – Mausoleo de Mulay Idris II y Mezquita Al Karaouine
Estos dos puntos son hermosos, pero solo podemos saberlo por lo que muestran por fuera, aun así no podemos dejar de decir que son parte de los imperdibles de Fez. Puede que al verlo en un listado así te imagines que la visita es un poco más grande pero ambos lugares sagrados, por lo que no es posible ingresar a menos que seas de religión musulmana.
Las mezquitas en Marruecos mantienen esa regla y este mausoleo también. Eso sí, en el caso de la mezquita, podés acercarte a la puerta y fotografiar el patio central que se ve desde allí. Te recomiendo que mires hacia arriba y veas el increíble techo de la entrada.
Del mausoleo apenas puede verse la entrada, aunque solo su puerta es deslumbrante.
Lo bueno es que estos puntos sólo merecen los minutos de detenerse en la puerta, observar, sacar alguna foto y seguir.
7 – Plaza R´cif
Esta sí es una plaza más tradicional desde el concepto de explanada y espacio abierto. La encontrás en una punta de la medina, ya saliendo de la misma. No dejes de terminar de atravesarla para poder tener una vista de su puerta desde afuera, con la plaza de fondo.
En la explanada hay un anfiteatro pequeño en donde los locales se sientan a pasar el tiempo y los niños juegan corriendo de un lado al otro.
8 – Bad Boujeloud, la Puerta Azul
Se trata de la puerta principal de la medina. Construida en 1913, es una enorme y bella puerta compuesta de 3 arcos y recubierta con azulejos de dibujos azules. Pero ojo que al pasarla, desde adentro de la medina, su tonalidad es más bien verdosa.
A su alrededor se ubican bares y restaurantes con música, haciendo de la zona una muy linda oportunidad para subir a la terraza de algunos de esos bares y tener una buena vista de la zona.
9 – Los zocos
Seamos claros con esto, no es que hay una zona de zocos delimitada y con cartel indicador. Más bien los zocos son sectores dentro de la medina que se van identificando porque allí verás concentrados los negocios que se dedican a vender esos productos.
Hay de todo lo que se les ocurra, desde tecnología a productos tradicionales. Algunos de los más llamativos son el Zoco Attarine con muchas tiendas de productos farmacéuticos y especias, el Zoco Nejjarine de artesanos carpinteros y el Zoco Chemainne donde lo que prima son las variedades de frutas secas y asadas. Obviamente que aquí, como en todo Marruecos, lo que importa es que si te gusta algo, regatees su precio hasta llegar a ese que crees razonable. Nunca el precio inicial es el real para el vendedor, así que ánimo y a intentar siempre conseguir cosas bonitas a buen precio.
10- Las fuentes de la medina
Cada fuente de agua que encontrás en la medina resultan bellísimos marcos para fotografías. Eso sí, al acercarte podés ver que la higiene no es una constante en la ciudad. Lamentablemente suelen tener restos de comida y otros residuos que desmerecen lo hermosas que son.
Algunas están un poco mejor conservadas, es que son realmente antiguas. Tengan en cuenta que Fez ha sido una de las primeras ciudades del mundo que introdujo el suministro de agua. Podríamos decir que la más conocida es la Fuente de Nejjarine (situada al lado del Museo Nejjarine), pero sin dudas, vas a encontrar muchas en los rincones de sus calles, callejuelas y pasillos.
Bonus track:
– Museo Nejjarine: es el museo de Arte y Artesanía. La verdad es que nos llegamos hasta allí con ciertas dudas de ingresar o no, y finalmente decidimos que íbamos a saltear este punto porque el ingreso costaba 20DH y encima vimos muchos carteles de restricción a fotografías. Así que teniendo en cuenta que el cansancio de caminar la medina pedía medir el esfuerzo, decidimos seguir al próximo punto.
En sí el museo es pequeño, pero el edificio en sí tiene un interesante trabajo artístico en madera.
– Voullubilis y Meknes: Desde Fez podés tomar un tour guiado o ir por tu cuenta hasta las ruinas de Voullubilis y la ciudad de Meknes. Sin dudas es una recorrida que vale la pena. (Próximamente, articulo en la web)
– Borj Nord: Otro sitio interesante para conocer pero que no pudimos ir por falta de tiempo, es este fuerte ubicado en las afueras y en lo alto de la ciudad. Actualmente en el funciona un museo de armas y desde allí, dicen, se obtienen bellas fotografías de la ciudad en su conjunto.
Por ultimo, otras actividades adicionales para hacer en Fez, las pueden ver en el siguiente post: Qué ver en Fez
Dónde comer en Fez
Como te fui indicando en el artículo, aprovechá los lugares claves de la medina para detenerte a comer algún plato típico o una comida al paso. La comida en los restaurantes de Marruecos no es tan variada como en otros países musulmanes, por lo que puede ser que después de comer varios tajines, brochettes, cous cous y platos de ese estilo, quieras tomarte algún recreo.
Podés entonces probar con irte hacia la parte moderna de la ciudad. Fez es enorme y te sorprenderá muchísimo su centro comercial en la zona más nueva, en donde los colonizadores franceses dejaron su marca en la arquitectura y estructura de la ciudad. El Shopping Borj Fez es muy completo y allí podrás encontrar todas las típicas cadenas de comida mundiales.
Dónde dormir en Fez
Como en todo Marruecos, tenes la opción de alojarte en hoteles de los habituales que hay en cualquier lugar del mundo pero también podés disfrutar de los llamado “Riad”. ¿Qué tienen de especial? sus espacios son casi de ensueño, con patios centrales y fuentes bellísimas. Azulejos decoran sus paredes y los vitrales son parte habitual de sus ventanas.
Nosotros nos alojamos en particular en el Riad Tafilalet y la verdad que hemos tenido un servicio de primera. Porque el edificio es simplemente bellísimo, pero también porque sus dueños y empleados fueron por demás amables y el servicio de desayuno incluido es impecable.
Además tiene unas hermosas terrazas con una gran vista de la medina y el hecho de estar cerca de una de las puertas, hace que sea simple los traslados y hasta ubicarlo dentro de la medina.
Hasta aquí todo lo que implicó conocer una ciudad encantadora a través de estos imperdibles que ver en Fez. Esta, que resultó la ciudad que quedó en el medio de nuestra estadía en Marruecos, nos permitió disfrutar completamente de sus particularidades, ya sin momentos de sorpresa frente a costumbres distintas pero aun con las ganas intactas de seguir descubriendo. Conocerla fue parte de sentirnos dentro de una de esas ciudades que te cambian la forma de ver al mundo para siempre.
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