Como contamos siempre en esta página, lo que queremos es alentar y también poder transmitir consejos para viajar con niños a cualquier destino que uno se lo proponga. Por supuesto que si ya venías haciendo viajes, donde el ritmo era vertiginoso o lo imprevisible era la constante, comenzás a eliminar la variable del imprevisto como para hacer un balanceo que incluya a los niños en el viaje sin exponerlos a peligros o extremo cansancio y aburrimiento.
Contenido de nuestro artículo
1 • El momento de comenzar a viajar |
2 • Comida |
3 • Dormir |
4 • Baño |
5 • Juguetes |
6 • Seguridad en el hostel/hotel/cabaña |
7 • Cochecito y portabebé |
La realidad es que si acostumbrás a tus hijos/as a viajar desde pequeño, ellos acompañan y se acomodan a cada situación mucho mejor incluso que un adulto. Lo que sí tratamos de evitar ahora con Sofía es intentar combinaciones de transporte poco previsibles y luego terminar varados en el medio de la nada, por ejemplo.
Para nosotros puede llegar a ser una aventura, pero si eso hace que se ponga mínimamente en riesgo nuestra hija, preferimos evitarlo. Por supuesto que eso es una decisión de cada padre, pero sí nos parecía bueno escribir algunos tips o consejos que fuimos descubriendo a medida que viajamos con Sofi.
El momento de comenzar a viajar
Particularmente, creemos que lo mejor es comenzar cuando el bebé ya superó la etapa más compleja, en la que aún es muy bebé. Es decir, que tenga cierta autonomía, que gatee al menos, que se siente solo y que coma. Hay varias cosas que van a ser menos complejas. El tema del baño, de que se entretenga mientras estás en el hotel/hostel/cabaña, la comida, etc.
Obviamente que si vas en auto vas a poder resolver algunas cosas llevando bañadera (hay unas plegables que sirven para llevar en el auto) y el tema del “huevito” o sillita mecedora para que el bebé se siente, en los momentos que sea necesario.
En nuestro caso, sin tener auto, muchas de estas cosas eran un problema. Esperamos a que Sofía tenga un año para volver al ruedo viajero.
Comida
A partir que empiezan a comer y hasta cerca de los dos años, un gran aliado son los frasquitos con comida preparada que se venden en farmacias y mercados. Fue nuestra gran salvación en los dos primeros viajes. Tenerlo a mano y pedir que te lo calienten con un microondas en algunos casos o comerlo así cuando eran puré de frutas, resolvía el alimento en el medio de la nada.
Definitivamente te salva hospedarte en cabañas o hostels con cocina compartida o propia porque incluso te puede pasar que tu hijo esté transitando por la etapa de “no me gusta casi nada”, así que poder cocinar a su gusto, te quita la angustia de sentir que no come nada.
Otras cosas que no tenés que olvidar es su vaso, con el que suele tomar, para que se sienta más cercano a su casa. Cuchara y tenedor con el que suele comer. Y super importante, un tupper (recipiente hermetico) pequeño que sirva de plato/contendedor para trasladar comida en viajes diarios y/o paseos.
En nuestro caso, el hecho de mantener la teta como alimento importante nos salvó muchísimo por varias cosas: le daba seguridad en momentos de mucho movimiento, y la hidrataba y hasta llenaba cuando estábamos en pleno ida y vuelta y había que comer en horarios tardíos. Sofía tomó la teta hasta los 2 años y 8 meses, así que nos sirvió mucho todo ese tiempo.
Recaudos importantes: no le des a tu bebé agua insegura en su calidad y no es recomendable tampoco que compres comida en la calle, ya que no sabés si mantuvo la cadena de frío o si fue higiénico el proceso de elaboración.
Dormir
Suele ser muy simple pedir que te incorporen una cuna en los lugares donde te hospedás. Si tu hijo está acostumbrado al colecho, la cosa es más simple. Igualmente, puede pasarte que no se sienta cómodo en una cama que no es la suya y te pida dormir junto a ustedes.
Con Sofía nunca tuvimos problema, se adaptó siempre a todos los lugares, incluso cuando en un mismo viaje cambiábamos de lugar de permanencia, la nueva locación la recibía con entusiasmo.
Muy importante es que lleves una mantita, para los momentos en los que se te duerme en traslados o buses haciendo la siesta. Recomendamos una de lanita, que no abulte pero que sea abrigada al mismo tiempo.
Este punto también es importante porque si todavía acostumbra dormir siesta, vas a tener que prever ese tiempo en la planificación del día. Que duerma entonces en momentos de traslados o quizás en paseos largos yendo en su cochecito (carrito), o directamente volviendo al lugar donde están parando para respetarle su descanso. No fuerces que se mantenga despierto porque va a ser una bola de mal humor que te va a arruinar el día.
Baño
Parece una pavada, pero no es un detalle menor. Dónde y cómo baño a mi hijo. Si es chiquito, muy bebito, quizás sea posible que lo bañes en el lavatorio del lugar en el que te hospedes.
A decir verdad, suelen ser demasiado chicos los que instalan los lugares como hostels o cabañas, por lo que uno creería que sería una opción a descartar de pleno. Como decía más arriba, si viajás en auto, la bañadera propia es una opción que resuelve. Pero si no es así, lo importante es que tu hijo ya se siente. A partir de allí la cosa es más simple.
» » » ¿Querés tener internet durante tu viaje? CLICK AQUÍ y enterate como « « «
Si podés chequear con fotos web el lugar al que vas a ir, mucho mejor. Poder tener una visión de la (in)comodidad del baño puede darte algunas ideas previas. Nuestro gran descubrimiento fue llevar algunas toallas de mano (las chiquititas) y usarla como antideslizante para el momento de la ducha.
Por varias cuestiones es importante: tu hijo no tiene equilibrio suficiente como para no resbalarse en la ducha, no estamos muy seguros de la limpieza de ese piso en donde tu hijo se para y se sienta y del mismo modo, no hay muchas garantías de la limpieza de la goma que puede llegar a haber en los baños en los que uno se hospeda.
Otra cosa importante es llevar algunos juguetes con forma de contenedor que te sirvan en la doble función de juego y distracción en ese momento y como vaso para enjuagar el pelo o el cuerpo de tu niño.
Juguetes
Un gran dilema. ¿Cuántos juguetes son los justos y necesarios? Lo primero que tenés pensar es cuál es EL muñeco que no puede faltar, ese con el que duerme, con el que tiene apego. Si no tiene uno preferido (como mi hija), que elija él o ella cuál quiere llevar.
Luego, dependiendo la edad, vas a llevar algunos juguetes que ocupen poco lugar pero que cumplan esa función. Un ejemplo, los vasos apilables cuando tienen un año, gran acierto fue llevarlo a nuestro primer viaje con Sofía.
Si le gusta que le leas o ver cuentos, algunos tienen que ir en la mochila. Unos papeles o revistas de actividades con una mini cartuchera de marcadores o crayones también (y si es muy chiquito, lo recomendable es llevar los lavables porque no sabés si tu hijo puede tener aires de artista y hacer un mural irreparable en el hotel).
Otra cosa que funciona son los stickers. Se entretienen un poco con la pegatina y unas cuantas hojas.
A partir de los dos años nosotros incorporamos la tablet, la verdad es que mucho no nos gustaba la idea, pero resulta un mal necesario.
¿Por qué un niño tiene que sentir que es divertido un paseo de tres horas en un auto por el medio de la nada misma? ¿Por qué deberíamos pedirle que tome con el mismo entusiasmo que nosotros, adultos, la ansiedad de llegar a un lugar desconocido? La verdad es que en esos momentos, la tablet resulta indispensable. Mal necesario, nuevamente lo afirmamos.
De todas maneras, lo importante es que también puedan disfrutar de los lugares en donde estamos y de los posibles juegos con los que nos crucemos.
Seguridad en el hostel/hotel/cabaña
Otro tópico importante. Y un detalle que puede ser algo trascendental. En tu mochila no puede faltar una cinta de papel. ¿Para qué? te preguntarás, pues es muy simple, para tapar todo lo peligroso: principalmente los enchufes que quedan al descubierto y a la altura de los dedos de tu hijo que quizás gatee o camine, da igual, los niños tienen debilidad por probar la resistencia de esos agujeros misteriosos.
En nuestra casa lo controlamos, en un lugar desconocido, es más difícil. También la cinta nos puede ayudar a sostener alguna cosa que no quede muy segura, verán que puede llegar a ser muy útil tenerla a mano. Puntualizo que sea de papel porque la otra va a saltar toda la pintura y se nos va a convertir en un problema.
Otra cuestión a tener en cuenta es el lugar donde nos hospedamos previamente. Si es una cabaña con escalera interna y tu hijo recién empieza a caminar, no es muy recomendable. Si podés saber con anticipación que vas a estar en un hostel con escaleras por todos lados, tratá de apalabrar una habitación en planta baja.
Cochecito y portabebé
Si sos mochilero, si tenés la idea de moverte mucho entre destinos en el mismo viaje, vas a llegar a odiar andar con un cochecito a cuestas (por más que sea liviano o de los tipo “paragüitas”) Nosotros descubrimos que en muchos lugares hay servicios de alquiler de cochecitos de bebés. Aumenta un poco tu presupuesto, pero puede llegar a alivianarte el viaje.
Por supuesto que hay un elemento que es importante para el viaje si es que encima son de hacer muchos trekkings (tal como nosotros): la mochila portabebé. ¿Cuál usar?
En nuestro país no es fácil conseguir las de mochilero, pero de todas maneras la que usamos nosotros fue suficiente para pasar por trepadas importantes sin problema.
El kit de la cuestión está en que sea con caderal (tal como la mochila en la que llevás tu ropa) porque así el peso se distribuye allí y tu espalda no sufre ninguna complicación.
Obviamente este «elemento que se suma» hará que los trekkings sean un poco más lentos porque básicamente vas mucho más atento a no resbalarte y caer y lastimar a tu hijo, además de tener un poco más de cansancio por el peso extra.
NO sirven las mochilas comerciales, por razones médicas (es otro tema, pero les dejo un link que lo explica. La cadera y columna de tu hijo son importantes, así que no lo lleves en posiciones erróneas, como por ejemplo mirando hacia adelante.
También por razones de comodidad, ya que no te vas a aguantar una caminata larga con ese bretel finito clavado en tu hombro. Es preferible un fular bien puesto, definitivamente.
En destinos agrestes la mochila es central. Un ejemplo fue nuestro primer viaje en el que pasamos por ciudad como Río de Janeiro e isla agreste como Ilha Grande.
Haber alquilado el cochecito en Río fue muy acertado y no tenerlo en el momento de la eterna arena de la isla, fue una gran salvación. Contar con el portabebé para esos momentos, fue una gran ventaja.
Luego viene una época en la que la cosa se pone más difícil porque llegando a los tres ya no quieren saber nada con andar en mochila o cochecito pero tampoco les podemos pedir que se caminen mil cuadras o que hagan un trekking de montaña. Ahí tendrán que ver cómo balancear los paseos e ir descubriendo alternativas de traslados.
Seguramente habrá otros consejos más por ahí dando vueltas, estos son los que recordamos como importantes ahora. Lo bueno es que es posible viajar con niños, es posible porque además se conjugan dos cosas que nos hacen inmensamente felices, nuestros niños y la adrenalina de seguir conociendo.
Nos redescubrimos cuando somos padres, casi de la misma manera que nos sentimos modificados cuando volvemos de un viaje. Motores de nuestra vida, conjugarlos nos hace más felices.
¡Aprovechá estos descuentos para tu viaje!
Obtené 57usd de descuento en tu primer reserva con Airbnb o encontrá las mejores ofertas de hoteles en Booking. |
Viajá con MioWiFi internet portátil usando el cupón ELMUNDOATUSPIES que te da un 5% de descuento. |
Comprá tu seguro de viajes con Assist365 y conseguí un 5% de descuento en tu cobertura. |
¿Disfrutaste del articulo? ¡No dejes de leer estos otros!
» » » 8 lugares para viajar con niños « « « |
» » » Viajar en familia – Visitar un museo con niños « « « |
» » » 8 consejos para viajar con niños en avión « « « |
¡Si te gustó el artículo, podés guardarlo en Pinterest!
¿Te gustó nuestro artículo sobre Consejos para viajar con niños? ¡Entonces dejanos un comentario o compartilo por tus redes sociales!